Oda al tomate


Pablo Neruda


La calle
se llenó de tomates,
mediodía,
verano,
la luz
se parte
en dos
mitades
de tomate,
corre
por las calles
el jugo.
En diciembre
se desata
el tomate,
invade
las cocinas,
entra por los almuerzos
se sienta
reposado
en los apradores,
entre los vasos,
las mantequilleras,
los saleros azules.
Tiene
luz propia,
majestad benigna.
Debemos, por desgracia,
asesinarlo:
se hunde
el cuchillo
en su pulpa viviente,
es una roja
víscera,
un sol
fresco,
profundo,
inagotable,
llena las ensaladas
de Chile,
se casa alegremente
con la clara cebolla,
y para celebrarlo
se deja
caer
aceite,
hijo
esencial del olivo,
sobre sus hemisferios entreabiertos,
agrega
la pimienta
su fragancia,
la sal su magnetismo:
son las bodas
del día,
el perejil
levanta
banderines,
las papas
hierven vigorosamente,
el asado
golpea
con su aroma
en la puerta,
es hora!
vamos!
y sobre
la mesa, en la cintura
del verano,
el tomate,
astro de tierra
estrella
repetida
y fecunda,
nos muestra
sus circunvoluciones,
sus canales,
la insigne plenitud
y la abundancia
sin hueso,
sin coraza,
sin escamas ni espinas,
nos entrega
el regalo
de su color fogoso
y la totalidad de su frescura.

0 comentarios  

EL ZAPALLO QUE ERA COSMOS



Por Macedonio Fernández

Érase un zapallo creciendo solitario en ricas tierras del Chaco. Favorecido por una zona excepcional que le daba de todo, criado con libertad y sin remedios fue desarrollándose con el agua natural y la luz solar en condiciones óptimas, como una verdadera esperanza de la Vida. Su historia íntima nos cuenta que iba alimentándose a expensas de las plantas más débiles de su contorno, darwinianamente; siento tener que decirlo, haciéndolo antipático. Pero la historia externa es la que nos interesa, ésa que sólo podrían relatar los azorados habitantes del Chaco que iban a verse envueltos en la pulpa zapallar, absorbidos por sus poderosas raíces.

La primera noticia que se tuvo de su existencia fue la de los sonoros crujidos del simple natural crecimiento. Los primeros colonos que lo vieron habrían de espantarse, pues ya entonces pesaría varias toneladas y aumentaba de volumen instante a instante. Ya medía una legua de diámetro cuando llegaron los primeros hacheros mandados por las autoridades para seccionarle el tronco, ya de doscientos metros de circunferencia; los obreros desistían más que por la fatiga de la labor por los ruidos espeluznantes de ciertos movimientos de equilibración, impuestos por la inestabilidad de su volumen que crecía por saltos.

Cundía el pavor. Es imposible ahora aproximársele, porque se hace el vacío en su entorno, mientras las raíces imposibles de cortar siguen creciendo. En la desesperación de vérselo venir encima, se piensa en sujetarlo con cables. En vano. Comienza a divisarse desde Montevideo, desde donde se divisa pronto lo irregular nuestro, como nosotros desde aquí observamos lo inestable de Europa. Ya se apresta a saberse el Río de la Plata.

Como no hay tiempo de reunir una conferencia panamericana -Ginebra y las cancillerías europeas están advertidas-, cada uno discurre y propone lo eficaz. ¿Lucha, conciliación, suscitación de un sentimiento piadoso en el Zapallo, súplica, armisticio? Se piensa en hacer crecer otro zapallo en el Japón, mimándolo para apresurar al máximo su prosperación, hasta que se encuentren y se entredestruyan, sin que, empero, ninguno sobrezapalle al otro. ¿Y el ejército?

Opiniones de los científicos; qué pensaron los niños, encantados seguramente; emociones de las señoras; indignación de un procurador, entusiasmo de un agrimensor y de un toma-medidas de sastrería; indumentaria para el Zapallo; una cocinera que se le planta delante y lo examina, retirándose una legua por día; un serrucho que siente su nada. ¿Y Einstein?; frente a la facultad de medicina alguien que insinúa: ¿purgarlo? Todas estas primeras chanzas habían cesado. Llegaba demasiado urgente el momento en que lo que más convenía era mudarse adentro. Bastante ridículo y humillante es el meterse en él con precipitación, aunque se olvide el reloj o el sombrero en alguna parte y apagando previamente el cigarrillo, porque ya no va quedando mundo fuera del zapallo.

A medida que crece es más rápido su ritmo de dilación; no bien es una cosa ya es otra; no ha alcanzado la figura de un buque que ya parece una isla. Sus poros ya tienen cinco metros de diámetro, ya veinte, ya cincuenta. Parece presentir que todavía el cosmos podría producir un cataclismo para perderlo, un maremoto o una hendidura de América. ¿No preferirá, por amor propio, estallar, astillarse, antes de ser metido dentro de un Zapallo? Para verlo crecer volamos en avión; es una cordillera flotando sobre el mar. Los hombres son absorbidos como moscas; los coreanos, en la antípoda, se santiguan y saben su suerte es cuestión de horas.

El Cosmos desata, en el paroxismo, el combate final. Despeña formidables tempestades, radiaciones insospechadas, temblores de tierra, quizá reservados desde su origen por si tuviera que luchar con otro mundo.

"¡Cuidaos de toda célula que ande cerca de vosotros! ¡Basta que una de ellas encuentre su todocomodidad de vivir!! ¿Por qué no se nos advirtió? El alma de cada célula dice despacito: "yo quiero apoderarme de todo el ‘stock’, de toda la ‘existencia en plaza’ de Materia, llenar el espacio, y, tal vez, los espacios siderales; yo puedo ser el Individuo-Universo, la Persona Inmortal del Mundo, el latido único". Nosotros no la escuchamos ¡y nos hallamos en la inminencia de un Mundo de Zapallo, con los hombres, las ciudades y las almas dentro!

¿Que puede herirlo ya? Es cuestión de que el Zapallo se sirva sus últimos apetitos para su sosiego final. Apenas le faltan Australia y Polinesia.

Perros que no vivían más que quince años, zapallos que apenas resistían uno y hombres que raramente llegaban a los cien… ¡Así es la sorpresa! Decíamos: es un monstruo que no puede durar. Y aquí nos tenéis adentro. ¿Nacer y morir para nacer y morir…?, se habrá dicho el Zapallo: ¡oh, ya no! El escorpión, cuando se siente inhábil o en inferioridad se pica a sí mismo y se aniquila, parte al instante al depósito de la vida escorpiónica para su nueva esperanza de perduración; se envenena sólo para que le den vida nueva. ¿Por qué no configurar el Escorpión, el Pino, la Lombriz, el Hombre, la Cigüeña, el Ruiseñor, la Hiedra, inmortales? Y por sobre todos el Zapallo, Personación del Cosmos, con los jugadores de póker viendo tranquilamente y alternando los enamorados, todo en el espacio diáfano y unitario del Zapallo.

Practicamos sinceramente la Metafísica Cucurbitácea. Nos convencimos de que, dada la relatividad de las magnitudes todas, nadie de nosotros sabrá nunca si vive o no dentro de un zapallo y hasta dentro de un ataúd y si no seremos células del Plasma Inmortal. Tenía que suceder: Totalidad todo Interna, Limitada, Inmóvil (sin Traslación), sin Relación, por ello sin Muerte.

Parece que en estos últimos momentos, según coincidencia de signos, el Zapallo se alista para conquistar no ya la pobre Tierra, sino la Creación. Al parecer, prepara su desafío contra la Vía Láctea. Días más, y el Zapallo será el ser, la realidad y su Cáscara.

(El Zapallo me ha permitido que para vosotros -queridos cofrades de la Zapallería- yo escriba mal y pobre su leyenda y su historia.
Vivimos en ese mundo que todos sabíamos, pero todo en cáscara ahora, con relaciones sólo internas y, así, sin muerte.
Esto es mejor que antes.) (*)

(*) Fuente: Macedonio Fernández, "El zapallo que era cosmos", en Obras Completas, Buenos Aires, Editorial Corregidor.

0 comentarios  

La falta de rampas discrimina










¿Sabía usted que en varias esquinas de Balvanera y San Cristóbal y en la Plaza de Jujuy y México no existen rampas para personas con dificultades motrices, discapacitadas, discapacitados, ancianos, etc.?

Los vecinos que sufren esta dificultad se acercaròn a la Asamblea de la Plaza a contactarnos su problemática, lo dificil que se les hace circular libremente y que de las autoridades pertinentes no solucionan el problema a pesar de los innumerablesreclamos.

Los vecinos-as realizamos una rampa simbólica en la esquina de México y Jujuy.

0 comentarios  

Así se trabajó la Huerta






0 comentarios  

La Huerta


En noviembre de 2007, nació la huerta comunitaria en la plaza, proyecto que viene funcionando y creciendo, donde chicos y grandes trabajan en conjunto en la preparación de todos los elementos necesarios: preparación de la tierra, nutrientes, plantines, el riego y cuidado diario.
La huerta funciona como actividad educativa y como una forma de reunión para los vecinos y vecinas en la plaza.

0 comentarios  

Bienvenidos !!!

Te invitamos a participar de la Asamblea de vecinos y vecinas en la plaza de Jujuy y México, para construir entre todos un espacio de participación, de encuentro y de solidaridad en el barrio, organizándonos para enfrentar las problemáticas que nos afectan día a día.

La asamblea de vecinos-as en la plaza de Jujuy y México, del barrio de Balvanera, está funcionando y realizando actividades desde mayo del 2007. Nace a partir de la inquietud de un grupo de vecinos-as de los barrios de Balvanera y San Cristóbal de juntarnos, vincularnos y empezar a realizar actividades alrededor de las distintas problemáticas del barrio.

La asamblea funciona de manera horizontal y por consenso, es decir que nadie puede tomar una decisión por encima de los que participamos en este espacio.

En un principio, se comenzó por realizar actividades sobre la situación del espacio público, o sea, de la plaza en la que estamos y se llevaron a cabo dos jornadas de limpieza. Luego se exigió al Gobierno de la Ciudad ( a través del CGP ) el arreglo y mantenimiento de la plaza, y la construcción de rampas para personas con dificultades motrices, que faltan tanto en la esquina de la plaza como en el resto del barrio. Ninguno de estos reclamos fue satisfecho. Por eso, el año pasado se construyó entre los vecinos y vecinas, con el aporte de todos, una rampa de cemento en la esquina de la plaza.

Además se realizaron talleres de prevención de salud, de primeros auxilios sobre accidentes domésticos, y un taller sobre sexualidad y anticoncepción. La asamblea lleva a cabo actividades recreativas para chicos.

Los vecinos y vecinas que participamos de la Asamblea creemos que todavía queda mucho para avanzar. Por eso, invitamos a la participación de todas y todos para construir un verdadero espacio de los que vivimos en el barrio y compartimos los mismos problemas.
Para poner en práctica la solidaridad y el compromiso, recuperando la experiencia colectiva entre los vecinos del barrio.

La Asamblea se reúne el 1 y 3 domingo de cada mes a partir de las 16 horas en la Plaza de Av. Jujuy y México.

Para contactarte o recibir más información: laasambleadevecinosenlaplaza@yahoo.com.ar
Te esperamos

ASAMBLEA DE VECINOS-AS EN LA PLAZA DE AV JUJUY Y MEXICO

0 comentarios